¿Cómo eso de la reciprocidad?
Hoy fui visitar a una madre que perdió a su hija..a una familia que perdió a su hija. No existen palabras de consuelo en esas circunstancias. Me sorprendió la tranquilidad de sus rostros, aunque adivino el dolor inmenso que habita en sus almas. Quizá platicar del suceso y recordar los momentos anteriores al deceso sirvan de purga...como si a fuerza de platicarlo el dolor se desgastara, pero no. Cada recuerdo se vuelve un clavo punzante en el alma. Los abalorios y las fotos perfectamente ordenados en la mesa del comedor. Una enfermedad detestable que condujo a un accidente fatal. Una tristeza profunda de quien la padeció; saberse distinta y sentirse relegada..no encajar en parte alguna, y luego el fin y las angustias que producen..el descubrimiento, el ministerio público, la noticia dolorosa, el llanto el funeral el fin. Me sorprende la resignación de sus miradas. La capacidad de sonreir aún ante el dolor. No, no era ese el tema del titulo, pero no pude evitar describirlo. Quería d