Lanita Campillo 2

Me obligo a escribir algo, aunque sean unas letrras breves. Poner texto a las ideas no es fácil. Las actividades de rutina siempre producen ideas, a veces simples y otras sesudas. Yo por lo general produzco puras tonterias, para qué negarlo.  He metido mis papeles para la jubilación . No sé cuanto tarde en llegar ni si será conveniente el pago, pero bueno, ya lo hice.  Como pasa cuando viene un cambio importante en nuestra vida,  uno se pregunta si hizo bien. Yo me pregunté qué cosas extrañaré  de la escuela.  Hice un breve recuento de mi vida en las aulas y los espacios universitarios, y llegué a la conclusión de que lo más duro será no tener los abrazos de mis estudiantes. Pensé al principio que era una tontería, pero resulta que vivo sola,  asi que dudo que las paredes me den un abrazo. Ni puedo ir por la calle abrazando gente a diestra y siniestra.   Me di cuenta que esos abrazos que doy y recibo son una parte vital de mi vida. Me conectan con la humanidad. En esa misma reflexión

Hoy una conocida con quien intercambio  música y literatura a través del whatsapp, escribió algo muy bello recordando a su abuelo. Una Elegía hermosa que enaltece la figura del abuelo. Figura que viste el traje de padre, de abuelo, amigo y mentor.  Su recuerdo viaja en el tiempo, hacia las primeras palabras que la inocencia dice como un juego divertido, juego que transgrede las jerarquías, porque su cimiento es el amor.  Uno comprende, en la lectura, que esa figura amorosa creció con el tiempo, se hizo raíz en la vida de la nieta, tronco fuerte al que asirse, sombra que guarece del sol y las tormentas.  Guía y mentor, cuyo ejemplo corre en las venas de su heredera. No hay mejor herencia que el amor y el recuerdo que hemos dejado en los otros.  La honra es el buen hacer y el buen querer. Suerte que esa luz la inundó de vida; que su sonrisa se volvió fuerza en ella.  Hombre firme y amoroso ya descansa mientras las melodías de Mozart y Bach acarician sus oídos y su alma goza de la divin

La cuestiones sobre los ataques a la mujer se han puesto color de hormiga. El Caldero ya no puede contener tanta indignación y está resquebrajándose..se ha echado mucho fuego ya.  La consecuencia no sólo son las protestas y lo que con ellas vienen.   Lo grave ahora son las divisiones, no entre machistas (aclaro que no todos los hombres lo son..y sí algunas mujeres),  sino entre la misma población femenina. Las mujeres que nunca levantan la voz aunque ellas mismas padezcan discriminación  y abuso,  ahora están preocupados por el bienestar de los otros, de los que "no tienen nada que ver ";  ahora nació la empatía por ellos, pero nunca por la cantidad estratosférica de mujeres violadas, asesinadas, desaparecidas, insultadas, etc.  Es algo extraño. No sé cómo explicarlo. Por supuesto que no estoy a favor de lastimar a personas inocentes, pero Todas las mujeres asesinadas lo fueron. Qué hacer para que escuchen, para que no disimulen la justicia? Qué acciones tomar para detener es

He terminado de leer el libro de López Rosetti sobre la Emoción y los Sentimientos.  Lo leí con avidez y con Fe,  porque cuando uno lee libros que tienen algunas bases científicas, uno debe poner  bastante Fe en ello.   Debe dar un voto de confianza a las creencias del autor, que con toda seguridad no tiene la razón al 100 por ciento, y parto de que él también tiene sus ideas y preferencias; las analogías que utiliza para explicarnos sus teorías (como es el caso de la escala de 7 sonidos que él menciona....y por la que tengo mis dudas, jajaja), tiene que ver con los saberes que domina, y sabemos que es prácticamente imposible dominarlo todo. Esto no es el Renacimiento (y ni ellos, salvo Don Leonardo). De entre todo lo que leí, me vino a la mente algo que yo a veces, sólo por aventada, digo cuando estoy en la escuela,  cuando veo tanto joven y adulto con depresión, con problemas y tristezas profundas. Yo les digo que "tengo el gen de la felicidad" o para no ser tan contundent

En cada aleteo de esperanza está la música aire cuya melodía desgaja mi corazón cansado mi vista no abarca tu horizonte tus misterios tienen algo de sagrado  algo de profano también. Eres un diluvio de risas y llantos, el oxímoron de lo cotidiano. ¿Será que la vida te usa de tatuaje permanente? ¿Será que a mi vejez tu presencia se afirma? El inefable tiempo en el que te montas para llevarme con misericordia al último suspiro.

Aquí, sentada, escuchando a los franceses. Ravel, que con el Adagio Assai de su concierto para piano en Sol M,  me impide concentrarme. Quiero leer, pero él es persuasivo. Las notas pausadas y firmes de esa melodía en tres por cuatro  no me dejan en paz;  se balancea por mi cabeza y cuando menos pienso,  llega hasta  la raíz de mis sentidos.  Dejo que todo mi cuerpo se deje atrapar por la melodía de la  flauta, que responde, al igual que el fagot;   que el corno inglés me tome de la mano mientras hace el amor con el piano, en un ritmo suave pero con una energía en pleno ascenso, hasta que no exista otra cosa que el cielo. Hasta que cierre mis ojos, porque los objetos me molestan, porque no quiero que nada me perturbe. Quiero que los instrumentos sean como el mar, con su oleaje sereno y constante.     El piano se vuelve una casacada sonora que los instrumentos quieren recorrer con su armonía.  Hay misterio, hay lucha, hay sorpresa . El piano no puede resistirse más, se rinde ante el amo

Uno piensa que al traspasar  la puerta de la vejez las acciones de los seres humanos serán fáciles de entender...incluso las propias. No es así.  Cada día es un aprendizaje, cada ser humano una incógnita.   Imposible dar las situaciones por hechas. No hay acciones predecibles.  Hay una sorpresa en cada uno de nosotros.  Cual narración desconocida, nuestros personajes tienen motivaciones que ignoramos.  Y nosotros?, Ah!, claro, nosotros no somos excepción.  De repente actuamos diferente a nuestra personalidad. De repente confiamos más  o creemos menos.    Los desenlaces son impredecibles; no alcanzamos a distinguir las claves de nuestra narración.     Aún hay mucho que observar y aprender; aún es necesario hablar sin ambigüedades, poner las cartas sobre la mesa...decir lo que esperamos y mostrar lo que somos... Ser  respetuosos del "otro" y quererse uno mismo.     Lo mismo de siempre, lo mismo de nunca.   Bien digo que la vejez no da sabiduría...no necesariamente.   Hacer algo

Fui a ver la última del Almodóvar.  Un tanto biográfica, supongo.  Aún asi mueve muchos sentimientos, pero sobre todo mueve a la auto  reflexión, al menos eso me sucedió. Y no se trata de equiparar  historias, para nada, sino de propiciar, con una escena, una mirada, un atuendo, color o frase, un viaje personal por el propio camino recorrido.  Yo me pregunto cómo sería mi biografía, si tendría importancia escribir sobre ella.  Cuando uno piensa en biografias, inmediatamente saltan a la palestra individuos famosos, atletas, próceres, maestros, artistas, no sé, incluso asesinos y tiranos!. Uno no espera una biografía de alguien "sin embargo", de un ser común y corriente, de alguien que vivió de manera simple y sin sobresaltos; sin altibajos notables, sin acciones asombrosas. Sin embargo un ve esa película como si fuera una suma de biografías de seres cotidianos. Toda película lo es, toda historia lo es. No son los hechos en si, sino los modos de narrar.  No me declaro fan tot